Hablar de Dinamic es hablar de Army Moves y sus puentes, Navy Moves y sus minas, Game Over y su censura, Abu Simbel Profanation y su gota... Pero existen otros juegos bajo el sello de Dinamic que pese a que nunca entrarán en la historia del octavo arte, no merecen el ostracismo al que han sido relegados con los años.
Meganova es un matamarcianos de scroll horizontal con cinco fases repartidas en tres cargas que llevan el ampuloso nombre de FX Triple Carga. Ya sabéis lo que le gustaba al departamento de marketing de Dinamic poner nombres molones a todo, ¿os acordáis del FX E.A.G. de Astro Marine Corps? Por si os falla la memoria, os recuerdo que las siglas querían decir Enemigos Auténticamente Gigantescos. ¡No es de extrañar que lo que queda de aquella Dinamic ahora se llame FX Interactive!
¡Pero chico, suelta el disparo que ya no hay malos! |
Al final de cada carga el juego te dará un código de acceso que sirve para jugar a la siguiente carga. Esto significa que a no ser que termines la primera y segunda carga, nunca sabrás que las claves para jugar a la segunda y tercera carga son 26719 y 16640 respectivamente. ¡Se siente!
El argumento nos habla de un piloto que ha robado su mejor caza al imperio Drowhar, y tú le vas a acompañar en su viaje de vuelta a Terra-1, su planeta de origen. Lo importante es que aunque tú te lo hayas buscado, tienes un motivo de peso para aporrear el botón de disparo, y eso siempre es de agradecer.
La segunda carga es la más difícil |
No hay ningún aspecto en el que Meganova destaque especialmente. En realidad se mantiene en un discreto segundo plano en todos sus apartados: el sonido es escaso durante el juego (los típicos pum, pum, chof, de los disparos y explosiones) aunque con una melodía resultona en el menú. Los gráficos son monocromos pero detallados y con un diseño muy atractivo tanto de tu caza espacial como de las naves enemigas.
¿Entonces qué hace que piense que Meganova es un juego que merece no estar condenado al olvido por parte de los retroaficionados? Muy sencillo: no destaca nada, pero es robusto y cumple su papel como lo que es, un juego directo y difícil como buen matamarcianos que se precie. Las primeras partidas a Meganova pueden ser frustrantes, porque como he dicho la dificultad es elevada. El principal motivo de ello es que tu nave y los enemigos se mueven a la misma velocidad (extremadamente lenta), así que olvídate de huir de los malos, eso no es una opción. Además la zona de juego es bastante reducida porque parte de la pantalla la ocupan los marcadores y un marco que lo encuadra todo, o sea que aún dispones de menos sitio para maniobrar.
¡Mira qué bien forman en diagonal para la foto! |
Sin embargo, en Meganova tan importante son los reflejos como la memoria, porque no puedes confiar solo en tu capacidad de reacción para sobrevivir en un juego tan lento. Los enemigos siempre aparecen en el mismo sitio y hacen el mismo movimiento, así que basta con recordar de dónde vino la oleada que te hizo perder la última vida para anticiparte a su aparición y descargar sobre ella una buena dosis de metralla. Completar cada carga te llevará unos 4 minutos, lo que implica que el juego puede ser completado en poco más de 12 minutos. Ahora ya te parece más asequible, ¿verdad? Añade a esto que de vez en cuando verás una especie de disco giratorio: ¡no lo evites, no es un enemigo, es una mejora para tu disparo!
Meganova es uno de esos juegos en los que aprendes con cada muerte y cada vez llegas un poco más lejos. Si eres capaz de superar la segunda carga (sin duda la más difícil), ¡seguro que lo terminas! No puedo dejar de insistir en que se echa de menos un poco más de velocidad en el movimiento de tu nave, pero desde luego ese lastre no es motivo para desechar un arcade de los de toda la vida, aunque solo sea para satisfacer la curiosidad de saber qué será lo primero que hará tu piloto cuando llegues al final del juego. ¿A que ahora quieres saberlo?
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